miércoles, 14 de marzo de 2007

SAUNA



Me levanto 6:30 a.m. luego de cinco minutos de haberme despertado, arreglo el lecho de madera que diariamente resignado hace reposar mi cuerpo entre sábanas y almohadas y con un relajante estirón preparo el trayecto de la habitación hasta el cuarto de baño para cumplir con el aseo diario que la naturaleza demanda. Veinte minutos después salgo con el torso húmedo cubierto a medias por una toalla, los cabellos todavía mojados destilando gotas de agua sobre mi languidecido rostro y todo el cuerpo despidiendo aromas de jabón y champú.

En el dormitorio, me visto, intento peinarme, alisto mis cosas y me retiro de él dejando dentro olores a talco, desodorante, gel y un poco de colonia. Tomo el desayuno con toda premura, me enjuago la boca y me despido de mi querida Madre con un beso en su asurcada frente. Cierro la puerta y voy directo a la avenida para tomar el bus de la línea ETUPSA 73 que por cuarenta y cinco minutos me transportará hasta el centro de trabajo.

Llego al paradero y espero impaciente el bus; cuando éste llega debo correr hacia la puerta de subida para ganar un espacio y no tener que esperar otro con más gente. Una vez arriba me acomodo lo que puedo y me sostengo del pasamanos. Dos paraderos pasan, el micro se va llenando y yo me voy incomodando, cinco minutos más y los cuerpos van presionando de tal manera que se empujan unos a otros cuando el bus frena fortuitamente. El aire que circula en ese ambiente cerrado se vuelve insoportable y la hediondez humana se hace notar... ¡Hace calor! Y el aire se calienta más y va mezclándose con fragancias que otros llevan impregnados en sus prendas y la piel... ¡Hace más calor! Y debo seguir soportando ese maloliente sauna, que aparte de encontrar mal olor, calor, empujones, pisoteadas, también suceden robos, manoseos, agresiones verbales, etc, etc...



Pero ¡Qué me queda! Soy un borrego más en ese camión, pero no por ello debemos seguir aguantando esa humillación. Espero se dé una solución rápida a este problema de transporte público que por tantos años ha sido arrinconado como sus pasajeros. Aprovechando esta campaña de “Respeto guarda respeto”, pues debemos aplicarlo en este caso, o de lo contrario, para ir avanzando en la solución del tema, podríamos ir consiguiendo una mascarilla de dentista.

1 comentario:

ysraelg7 dijo...

El transporte en el Perù esta que arde y todo esto, empieza desde los mismo choferse que son asquerosamente impresentables y que decir de los cobradores... Ademàs, la verdad tambien es que la cultura limpieza esta por los suelos, solo dar una vuelta por alli y veràs que hay personas que estan peleadas con el agua que al momento de levantar el brazo te desmayas. Tu, yo y las demàs personas que salimos a diario comprobamos cada dia, YA BASTA SEÑORES: BÀÑENSE.